Seven

Ayer, 23 de marzo, hizo siete años que volví a poner en marcha Cientochentagrados. Tras una etapa apasionante en Framboise, empresa de la que fui socio fundador desde mi llegada a Málaga, retomé mi antigua marca comercial de mis ex socios y buenos amigos Altavia Ibérica. ¿Qué os puedo decir de aquella andadura? Pues como todo tuvo sus cosas buenas y sus cosas menos buenas, aunque de todo se aprende.

En primer lugar comentaros que nada de este camino hubiera podido ser transitado si un par de de años después de nuestra refundación no se hubiera incorporado Pepe, María José Pérez Dorao, que le ha dado un buen impulso a la compañía. Nada ni nadie podía aventurar todas las vicisitudes que hasta la fecha nos han acontecido, diferentes crisis económicas, de salud y hasta una guerra que, a día de hoy, queremos que termine cuanto antes y aún no sabemos realmente la dimensión del impacto que va a tener en nuestras vidas.

¿Y del mundo de la comunicación qué? Bueno pues más de lo mismo, siete años en los que hemos visto desde el lanzamiento y crecimiento algunas redes sociales, el decaimiento en número de usuarios en Facebook, la aparición de Meta, la eclosión de Instagram, nuevos canales como Twich, el aguante de la publicación tradicional, el crecimiento de la publicidad digital, la revolución del comercio electrónico y una nueva generación de usuarios que cada vez están más informados y habituados a convivir en esto que llamamos sociedad digital, donde todo fluye a una velocidad de vértigo. Y creemos que es solo el principio. Tanto, que del término nuevas tecnologías ya podemos ir abandonando su primera parte, porque de nuevas ya no tienen nada y son una constante en nuestra cotidianidad.

Hablemos de Málaga. Cuando aterrizamos aquí, en el 2007, sabíamos que esta ciudad iba a cambiar mucho, pero… ¿tanto? Si a mí me dicen que Google aterrizaría aquí, y también Citi, Oracle, Accenture, Wunderman, Telefónica y otras cuantas más de los grandes, además de otros muchos de los pequeños en forma de startups que en algún caso ya están a esa altura como Freepik, BeSoccer o Virus Total, pensaría que alguien había bebido de más. Pero ahí están, es una realidad y un futuro prometedor. Esta ciudad está en una senda de crecimiento y mucho me temo que la ciudad de hoy no va a ser nada con lo que va a llegar a ser en unos años.

La empresa Cientochentagrados tuvo una primera vida en Madrid como agencia integrada bajo la forma de SL. Hoy somos una Sociedad Cooperativa comprometida con los valores de la Economía Social porque creemos que otras formas de economía son posibles; no es fácil ni cómodo pero estamos en ese camino más comprometido socialmente y empeñados en satisfacer a unos consumidores que buscan en las marcas, más que un producto o un servicio, algo más cercano a un compromiso social. Esto nos lleva a hablar de lo que es ser empresario y, especialmente, ser empresarios en el mundo de la comunicación: tenemos que convivir en un escenario donde se mezclan agencias, consultoras, estudios de diseño, freelances y anunciantes con miles de problemáticas diferentes. En estos siete años todo esto se ha agitado hasta un punto en el que nosotros no dejamos de pensar en la importancia del trabajo colaborativo. No creemos que sea posible tener tantos especialistas in house en los diferentes y numerosos campos que hoy en día se necesitan para hacer comunicación -creativos, analistas, consultores, personal técnico, creadores de contenidos, etc.- que, además, tienen que estar en un proceso de formación constante con lo que eso implica para todos nosotros. Lo que hoy vale, mañana puede no valer, así que más nos vale tener la mente abierta y ser resistentes porque si hay algo que claramente no funciona es el inmovilizo. Desde ahí pensamos que la colaboración con otros especialistas, bien freelances o bien otras empresas, es fundamental para poder subsistir en estos tiempos.

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